Morena mía o La Bayamesa:

Una canción de amor y de valor.

 

Fonógrafo de la época de Guty Cárdenas.
La historia detrás de esta hermosa melodía

 

Me despierto una mañana con el alma más sensible que otros días.

Como cotidianamente suelo hacer, enciendo la computadora y abro mi correo electrónico. Descubro entonces un correo de un buen amigo que me escribe desde Monterrey.

Con la conciencia de que sus correos siempre me aportan algo bueno, algo nuevo, o cuando menos algo positivo me apresuro a abrir el correo. Es un enlace a un tema de Guty Cárdenas.

Fotografía de Guty Cárdenas.

Con ansia abro el archivo y a través de la red de Internet comienza a desgranarse el arte sublime de Guty, el Ruiseñor del Mayab, que inunda mis fibras más sensibles a través de los audífonos que me he colocado para concentrarme, sin sonidos no deseados, en este hermosísimo tema interpretado con maestría y sentimiento.

Se trata de “Morena mía” un tema con versos del poeta puertorriqueño José Polonio Hernández [1] y al cual Manuel “El Gordo” Barrera añadió algunas frases para cuadrarla dentro de los compases de la hermosa melodía de “La Bayamesa” del compositor Cubano Sindo Garay.

Muchas interrogantes se agolpan entonces en mi mente: ¿En qué se inspiraría Sindo Garay para crear esta belleza de melodía?, ¿Cuál sería la letra original de este tema?, ¿En qué capítulo de la historia de Cuba se sitúa el texto de la Bayamesa?...

Comienza mi investigación.

 

 

Antecedentes:

Antes de “La Bayamesa” de Sindo Garay hubo otras dos melodías compuestas bajo el mismo nombre. La historia de la primera es la siguiente:

Fotografía de Francisco Castillo Moreno, compositor cubano.

La Bayamesa de Francisco Castillo Moreno es considerada la primera canción Cubana y se la escribió a su novia Luz Vásquez cuando ésta se encontraba disgustada con él – quizás por alguna infidelidad del primero.

Para este propósito requirió de la ayuda de su sobrino Carlos Manuel de Céspedes para elaborar la melodía, mientras la confección de la letra se la confiaron al poeta José Fornaris.

Así, la madrugada del 27 de marzo de 1851, el tenor Carlos Pérez Tamayo entonó por primera ocasión esta nueva melodía acompañado por su guitarra y un violinista. A Luz Vásquez los historiadores la definían como de veinte años de edad, alta, trigueña, de ojos negros, amplia cultura y carácter resuelto. La Bayamesa era una melodía que comenzaba ya a liberarse de los patrones estilísticos europeos que influían las canciones de la Isla en aquellos años, por lo cual es considerada la primera Canción Cubana.

Corría el año de 1868 y en plena Guerra Grande aparecieron otros versos que la gente cantaba sobre esta misma melodía, la cual algunos investigadores consideran anónimos, pero otros se la atribuyen al poeta José Joaquín Palma. Esto ocurría cuando las tropas mambistas tomaron la Ciudad de Bayamo el 18 de Octubre de aquel año.

 

La letra original era la siguiente:

 

¿No recuerdas, gentil bayamesa,
Que tú fuiste un sol refulgente,
Y risueño en tu lánguida frente
Blando beso imprimí con ardor?

¿No recuerdas que en un tiempo dichoso
Me extasié con tu pura belleza,
Y en tu seno doblé la cabeza
Moribundo de dicha y amor?

Ven y asoma a tu reja sonriendo;
Ven y escucha amorosa mi canto;
Ven, no duermas, acude a mi llanto;
Pon alivio a mi negro dolor.

Recordando las glorias pasadas
Disipemos, mi bien, la tristeza;
Y doblemos los dos la cabeza
Moribundos de dicha y amor.

 

Y la letra fue modificada así:

 

No recuerdas, gentil bayamesa
que Bayamo fue un sol refulgente
donde impuso un cubano valiente
con su mano el pendón tricolor?

No recuerdas que en tiempos pasados
el tirano explotó tu riqueza
pero ya no levanta cabeza
moribundo de rabia y temor?

Te quemaron tus hijos, no hay quejas
que más vale morir con honor
que servir al tirano opresor
que el derecho nos quiere usurpar.

Ya mi Cuba despierta sonriente
mientras sufre y padece el tirano
a quien quiere el valiente cubano
arrojar de sus playas de amor.

 

 

Fotografía de Pedro Figueredo, compositor cubano.

Pedro Figueredo era un cubano aficionado a las artes y a las letras que decidió componer a inicios de 1868 una marcha de carácter patriótico, la cual se estrenó en la parroquia de San Salvador de Bayamo en presencia del Gobernador, interpretada por la orquesta del maestro Manuel Muñoz Cedeño, quien hizo los arreglos orquestales. Este es el origen de esta segunda Bayamesa que en el transcurso de la guerra de los Diez Años, fue reconocida como el himno de Cuba.

 

La letra es profundamente patriótica:

 

¡Al combate corred Bayameses!
Que la patria os contempla orgullosa;
No temáis una muerte gloriosa,
Que morir por la patria es vivir.

En cadenas vivir es vivir.
En oprobio y afrenta sumido,
Del clarín eschuchad el sonido;
¡A las armas, valientes, corred!

No temáis al gobierno extranjero
Que es cobarde cual todo tirano,
No resiste el empuje cubano,
Para siempre su imperio cayó.

Sea bendita la noche serena,
En que en alegres campos de Yara,
El clarín de la guerra sonara
Y el cubano ser libre juró.

No se nuble jamás esa estrella
Que las hijas de Cuba bordaron
Y que nobles cubanos alzaron
En su libre y feliz pabellón.

¡Gloria y nombre a los hijos de Cuba!
¡Gloria y nombre al valiente Aguilera!
¡Viva!! ¡Viva! la alegre bandera
Que en los campos de Yara se alzó.

 

Tres meses después cuando los bayameses decidieron que era mejor incendiar su ciudad antes que entregársela al ejército enemigo, la misma Luz Vásquez se encargó de prenderle fuego a su hogar.

Esto fue tan solo un poco de la historia que nos servirá como marco de referencia para hablar de la Tercera Bayamesa que es la que me ocupa por ahora y que se debe al genio creativo de Sindo Garay.

 

 

Fotografía de Sindo Garay, compositor cubano.

Sindo Garay, a quien el poeta Federico García Lorca calificara como El Gran Faraón de Cuba, nació el 12 de abril de 1867 en Santiago de Cuba y fue bautizado con el nombre de Antonio Gumersindo Garay García. A su muerte, ocurrida en 1968 a la edad de 101 años, sus restos mortales fueron trasladados al cementerio de Bayamo, cumpliendo su última voluntad.

Fue un caso excepcional pues, sin conocimientos musicales formales, Sindo creó más de 600 obras musicales consideradas musicalmente perfectas y cuyos temas eran, en su mayor parte, el paisaje de su tierra natal, el amor y las mujeres cubanas.

Fue una madrugada de 1918 cuando concibió la letra y la música de su composición “Mujer Bayamesa” que hoy todos conocen como “La Bayamesa de Sindo” y en la que hace alusión de las mujeres de Bayamo, a su heroica acción, a su valor y fortaleza y a la nobleza de sus sentimientos.

 

La letra de Mujer Bayamesa dice así:

 

Tiene en su alma la Bayamesa
tristes recuerdo de tradiciones
cuando contempla los verdes llanos
lágrimas vierte por sus pasiones. ¡Ay!

Ella es sencilla, le brinda al hombre,
virtudes todas y el corazón
pero si siente de la Patria el grito
pero si siente de la Patria el grito
todo lo deja, todo lo quema,
ese es su lema, su religión.

 

Manuel “El Gordo” Barrera tomó la melodía de “Mujer Bayamesa” y le puso los versos de José Polonio Hernández [1] para crear el tema con el que inicié este breve artículo y que se titula “Morena mía”.

 

La letra de José Polonio Hernández ya arreglada por el "Gordo" Barrera dice así:

 

Si Dios un día, morena mía,
cegara toda fuente de luz,
el universo se alumbraría
con esos ojos que tienes tú. ¡Ay!

Pero si lleno (pero si lleno de agrios enojos)
por tal blasfemia (tus lindos ojos)
Dios te arrancara (para que el mundo)
no se alumbrara (con la alborada)
de tu mirada (aunque quisiera)
Dios no podría (tender la noche),
tender la noche sobre la nada
porque aún el mundo se alumbraría
con el reflejo de tu mirar.

 

Aún siguen resonando en mis oídos las pulcras voces de Guty Cárdenas y Adolfo Utrera acompañados de una excepcional Orquesta (Posiblemente la de Eric Madriguera que en aquellos años estaba muy de moda) y con el inevitable ruido de la superficie de los discos de pasta en los que se grababan las canciones de los años treinta.

Guty Cárdenas en el Parque España con los poetas Ricardo López Méndez y Carlos Duarte Moreno (y una pareja desconocida).
Guty Cárdenas en el Parque España con los poetas Ricardo López Méndez y Carlos Duarte Moreno (y una pareja desconocida).
Guty Cárdenas en el Parque España con los poetas Ricardo López Méndez
y Carlos Duarte Moreno (y una pareja desconocida)

Sigo con mis nostalgias y en un próximo artículo abundaré un poco más sobre la figura de Guty. Hoy solamente quise hacer un esbozo de la canción que llamó mi atención y que le agradezco mucho al Sr. Jorge González Kipper por habérmela proporcionado.

Hasta pronto.

 

José Felipe García Vargas.
Mérida, Yucatán, México a 13 de Abril de 2009.

 

 

Nota aclaratoria

[1] Agradezco de todo corazón al poeta, compositor e investigador musical Luis Pérez Sabido el dato sobre el poeta Puertorriqueño José Polonio Hernández, ya que yo siempre tuve la idea de que la letra fue creada por Manuel "Gordo" Barrera. Mediante un correo electrónico me aclaró que éste último solamente le hizo los arreglos necesarios para cuadrar la letra a la música inmortal de Sindo Garay.

 

Felipe García - trovador yucateco.
José Felipe García Vargas.