El bolero

 

La herencia de Cuba a la Trova de Yucatán.
Juan Manuel Avilés y Felipe García, intérpretes yucatecos de Boleros.
Juan Manuel Avilés y Felipe García, intérpretes yucatecos de Boleros

 

Tras las huellas del Bolero en México.

El bolero llegó de España y se transformó en la Isla de Cuba para viajar a la península de Yucatán y conquistar a través de las interpretaciones de Guty Cárdenas a todo México.

El trío Los Panchos lo internacionalizaría más tarde, una vez transformado en el Bolero urbano al que Agustín Lara le imprimiría su propio sello, y que se quedó para siempre en el gusto de todos los mexicanos.

 

Orígenes del Bolero

 

Este ritmo tiene sus orígenes, según algunos historiadores, en Inglaterra donde se interpretaba la ‘country dance’, danza del campo o del país, la cual gozó - hacia finales del Siglo XVII y en los albores del XVIII - de mucha popularidad en Francia. Allí se convirtió en contradanza, un baile de carácter más popular que los colonizadores Franceses llevaron a América. Para su ejecución coreográfica, las personas se situaban frente a frente, una hilera de hombres y otra de mujeres. Esto fascinó a los esclavos negros de Haití, pues era similar a algunas danzas primitivas de África.

Paralelamente, en la segunda mitad del Siglo XVIII llegaron a Cuba una contradanza y un bolero españoles. Éste último no se parecía en nada al que se interpreta en la actualidad en la hermosa isla Caribeña, pues el bolero español se escribía en compás de 3/4 mientras que el bolero cubano (a partir de 1840 aproximadamente), se escribe en compás de 2/4 y, lo mismo en la línea acompañante de la guitarra que en la melodía, el acento sonoro-percutivo del cinquillo cubano (se piensa que éste se incorporó alrededor de 1870) se impone a las palabras del texto literario. Solamente que en aquel entonces no se le llamaba Bolero, sino “boleras”.

A finales de esa centuria los africanos se rebelaron y la esclavitud fue abolida en Haití, los franceses se refugiaron en Santiago de Cuba, donde su contradanza francesa africanizada se difundió con rapidez. Las primeras contradanzas cubanas vieron la luz a partir de 1803.

Cuba tuvo entonces dos tipos de contradanza: La más popular traída por los franceses a tierras santiagueras. Y la española, que era más lenta y elegante, la cual había sido llevado a La Habana por la aristocracia española. De ambas variantes tuvieron su origen el danzón, la clave, la guajira y la criolla. Los cubanos en aquella época habían asociado ya a la música con el vocablo Bolero.

Tiempo más adelante, por cuestiones políticas, se dio en Cuba una corriente migratoria hacia México. Estos migrantes trajeron a su regreso a la isla los corridos, cuyas letras eran, a la usanza de los antiguos juglares, largas historias narrativas compuestas en décimas. Así, los primeros boleros no fueron románticos como los actuales, sino descriptivos de episodios patrióticos.

Los músicos Santiagueros comenzaron en aquel entonces a interpretar el danzón imprimiéndole el romanticismo y la sensualidad de la danza habanera. Entre estos grandes creadores destacó el trovador José ‘Pepe’ Sánchez, nacido en Santiago de Cuba el 19 de Marzo de 1856 y fallecido el 3 de Enero de 1918, y a quien la generación de músicos conocida con la Vieja Trova Cubana llamaba “El maestro” por haber sido él quien orientó los destinos del bolero en la provincia de Oriente.

Entre sus discípulos estaba precisamente otra de las grandes glorias de la música cubana: Sindo Garay.

El compositor Agustín Lara escucha cantar a Sindo Garay
Agustín Lara escucha a Sindo Garay interpretar sus canciones.

El bolero propiamente surgió cuando estos músicos comenzaron a interpretar el género canción con acompañamiento de guitarras a ritmo de danzón y con cadencias de danza habanera, el cual era cantado entre los años 1915 y 20 por la trova de Santiago de los Caballeros y en la bohemia santiaguera.

Aunque no todos los historiadores coinciden con este hecho, algunos aseguran que fue Pepe Sánchez quien compuso por el año de 1885 el primer bolero de la historia, titulado ‘Tristezas’. Esta es una idea generalizada a grado tal que, en el año de 1985 en Miami, Florida, el Museo Cubano de Arte y Cultura celebró los 100 años de haberse creado el primer bolero. Este hecho se debe, según otros investigadores, a que muchos historiadores copian datos y los repiten sin haber consultado las mejores fuentes. No entraré en controversias, solamente diré que, aunque se hubieran escrito boleros anteriores a “Tristeza”, éste fue el más difundido y por lo tanto, el que permaneció en la memoria popular.

Primera página de la partitura Tristeza de Pepe Sánchez